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Las TIC para desconectar: 4 propuestas de tecnología al aire libre

De pronto nos encontramos disfrutando de un tiempo de vacaciones, de un fin de semana largo o de una jornada libre que no esperábamos. No importa cuántos días. La cuestión es que prometemos desconectar. Pero, ¿lo hacemos realmente? Si desconectar es cambiar de lugar y actividad para dejar atrás la rutina de trabajo, eso lo sabemos hacer muy bien; no cuesta demasiado si tenemos la oportunidad. No resulta sin embargo tan fácil apagar de vez en cuando el móvil, la tablet, la consola de videojuegos o el televisor. A veces tengo incluso la impresión de que hay quienes en vacaciones están más pegados a su móvil que en días de trabajo. Pero bien, decimos que "desconectamos"... En estas situaciones habría que ser más honesto e intentar pactar con uno mismo para hacer un uso razonable de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). De hecho podemos usar adecuadamente la tecnología para desconectar y es por eso que propongo 4 usos de las TIC al aire libre. Porque descanso y tecnología no son incompatibles: la clave está en el equilibrio.

Tiempo de lectura: 5 minutos

De pronto nos encontramos disfrutando de un tiempo de vacaciones, de un fin de semana largo o de una jornada libre que no esperábamos. No importa cuántos días. La cuestión es que prometemos desconectar. Pero, ¿lo hacemos realmente? Si desconectar es cambiar de lugar y actividad para dejar atrás la rutina de trabajo, eso lo sabemos hacer muy bien; no cuesta demasiado si tenemos la oportunidad. No resulta sin embargo tan fácil apagar de vez en cuando el móvil, la tablet, la consola de videojuegos o el televisor. A veces tengo incluso la impresión de que hay quienes en vacaciones están más pegados a su móvil que en días de trabajo. Pero bien, decimos que «desconectamos»…

En estas situaciones habría que ser más honesto e intentar pactar con uno mismo para hacer un uso razonable de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). De hecho podemos usar adecuadamente la tecnología para desconectar y es por eso que propongo 4 usos de las TIC al aire libre. Porque descanso y tecnología no son incompatibles: la clave está en el equilibrio.

1. Saca tu cámara a pasear

Las cámaras ya se quedan en casa. Ya casi nadie las saca a pasear. Sus dueños se van fuera de vacaciones varias días y prefieren hacer fotografías con sus smartphones, que tienen tropecientos megapíxeles y la resolución de las instantáneas es más que suficiente. Es cierto que con los nuevos teléfonos móviles podemos capturar imágenes de gran calidad, con la ventaja de poder compartirlas inmediatamente a través de aplicaciones en redes sociales. Además, caben en un bolsillo y no necesitamos llevar una segunda cámara. Efectivamente, no es nada nuevo que las cámaras compactas o las réflex están ya en un segundo plano, son la segunda opción, el segundo plato. Que alguien decida dejar en casa una cámara compacta es algo que puedo comprender, sobre todo si no va a hacer de ella un uso profesional. Los smartphones de última generación las superan con creces en prestaciones. Pero «olvidar» en el armario una réflex de varios cientos de euros es imperdonable. En cualquiera de los dos casos, la próxima vez que salgas de viaje, saca tu cámara a pasear. Y también el manual.

¿Alguna vez has leído las instrucciones de tu cámara de fotos? De hecho, ¿sabes dónde guardaste ese librillo que explica todos las funciones de tu réflex o compacta? Leer el manual de los nuevos gadgets que adquirimos (si es que traen instrucciones…) no es precisamente lo más habitual entre los usuarios. Sin embargo es algo que recomiendo hacer, especialmente con las cámaras de fotos. Encontrarás en sus páginas infinidad de opciones de tu cámara que desconocías y te preguntarás cómo has tardado tanto tiempo en abrir ese libro que resuelve tantos misterios de números y abreviaturas.

El periodo de vacaciones es el momento idóneo para experimentar con nuestra cámara y exprimir al máximo sus posibilidades. Haz una lectura de las funciones principales antes de salir de viaje, y una vez llegues a tu destino, llévala a los sitios que vayas a visitar. Es la ocasión perfecta para aprender haciendo. Y ya en casa… Revisar y organizar nuestros álbumes fotográficos digitales puede ser una actividad entretenida si se hace con calma y sin prisas, disfrutando de las imágenes a medida que recordamos cada una de las experiencias del viaje. Seguro que puedes encontrar un hueco en tus días libres para poner un poco de orden, e incluso realizar algunos retoques fotográficos de alguna de tus instantáneas. Además, no estaría de más aprovechar para hacer una selección de fotografías para revelar, algo que se está perdiendo en los últimos años.

2. Lecturas TIC en papel

Si realmente queremos innovar en cualquier ámbito de nuestro trabajo con el uso de las TIC, es casi una obligación estar al día en materia de tecnología, además de saber localizar y seleccionar aquellos recursos que mejor se adaptan a nuestras necesidades. Leer blogs de temática TIC es una muy buena opción. La blogosfera no para de crecer y en ella encontramos infinidad de artículos sobre recursos y metodología para aplicar las tecnologías de la información y la comunicación en nuestro trabajo. Para seguir estas lecturas utilizamos generalmente nuestro ordenador o nuestra tablet, siempre con el «riesgo» de encontrar algún enlace interesante (o no tanto) y que podamos empezar a navegar sin rumbo fijo por Internet.

Este artículo trata del uso de la tecnología al aire libre. Y es que también podemos leer en «modo desconectado». De hecho, es recomendable hacerlo de vez en cuando para evitar distracciones. Es obvio que no es necesario estar en Internet para leer sobre tecnología. Hay muchísimos libros sobre TIC  y otras tantas revistas sobre informática e Internet que podemos llevar a la playa, a la montaña o al parque. En días de desconexión no hay nada mejor que leer en papel (también en tu lector de e-books). Así que elige tu revista o tu libro y encuentra un buen lugar para disfrutar de tu lectura.

3. En forma con tu smartphone

Las tiendas de aplicaciones móviles ya tienen en sus colecciones al menos una sección dedicada a la «salud y bienestar», al «estilo de vida» o a la «forma física»; indicador de que este tipo de programas tienen su público. Aprovechando que no son pocos los que salen a hacer deporte sin su teléfono móvil, muchas empresas de desarrollo de aplicaciones vieron hace años una gran oportunidad en este perfil de usuario. Existe en la actualidad un extenso catálogo de aplicaciones móviles para monitorizar nuestra actividad física, especialmente para el running (en español, «correr», por si se nos ha olvidado el verbo).

RunKeeper, Endomondo, Nike+ Running, Sport Tracker o Runtastic con solo parte de la oferta de aplicaciones. Son quizá las más populares entre corredores que quieren registrar y compartir sus rutas y marcas. Hay que reconocer que la combinación de dispositivo móvil, aplicación, GPS e Internet, ha añadido algo nuevo a la práctica del deporte. Ha incorporado un componente que lo hace más social; virtualmente hablando. Hay quienes encuentran la motivación compartiendo su progreso y sus logros en Facebook o Twitter semana a semana. Salir a correr solo o en grupo, y participar o no en una carrera, sigue siendo una elección personal, aunque también es cierto que Internet algo ha tenido mucho que ver con el éxito de convocatoria de algunos eventos deportivos. Si compartiendo tus logros con tus amigos encuentras la motivación, ponte las zapatillas, coloca tu móvil y… ¡sal a correr!

4. Organiza «tu» música: una colección para cada momento

La música te puede acompañar en el momento de hacer fotos, correr, pasear o leer. Bien sea para hacerte compañía o simplemente por el placer de escuchar música, es posible que tu catálogo musical necesite algo de orden.

No importa si organizas tu música en servicios como Spotify, en iTunes o simplemente en una carpeta de archivos en formato MP3. Seguramente esté todo lo que te gusta escuchar. Muy distinto es que aquello esté medianamente organizado. ¿Por género? ¿por título? ¿por cantante? ¿por año? ¿por listas personalizadas? Esta última suele ser la forma habitual de poner un poco de orden a los temas musicales que más nos gustan. Sin embargo, suele haber bastante caos en estas playlists, por no decir que a veces quedan abandonadas, apenas sin actualizar (espero no ser el único).

Organizar “nuestra” música quizá nos lleve un buen rato, pero la recompensa será grata. Cada uno tiene su forma particular de agrupar las canciones, pero un sistema que resulta muy práctico es crear diferentes listas de reproducción según el «estado de ánimo» o el «momento del día». De este modo, disponer de una playlist para cada acción — «Correr», «Pasear», «Leer», «Pensar», «Estudiar», «Dormir» — puede resultar muy práctico. Organiza tus canciones, cárgalos en tu reproductor, ponte tus auriculares, sal de casa y disfruta de la música.

Fotografía «Ebook» | «Leyendo en la playa» de Perfecto_Capucine en Pixabay
Fotografía «Fotografía» | «Las Rotas» de Enrique Benimeli
Fotografía «Running» | «Stylin’ Young Woman» de Chris Hunkeler
Fotografía «Lectura» | «Paperback Book vs. Amazon Kindle» de Megan Trace
Fotografía «Música» | «Sharing music, Roman style» de Ed Yourdon

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