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Categoría: Estilo de vida

Tus apps te delatan: ¿creas o consumes?

Tiempo de lectura: 6 minutos

La creciente cantidad de creadores de contenido en la web es evidente, sin embargo, la calidad y el pensamiento reflexivo en la redacción de textos han disminuido en comparación con el auge de medios visuales, algunos espectaculares e instantáneos, quizá con más enganche. Además, la excesiva utilización de dispositivos, sobre todo nuestros teléfonos, y el consumo descontrolado de las redes sociales es ya una causa común de adicción. La ilustración de Victor Grandchamp que comparto en este artículo nos plantea la cuestión fundamental de si somos principalmente consumidores o creadores de contenido en línea. De algún modo, el consumo excesivo puede limitar en gran medida la oportunidad de poder dedicar este tipo a la producción de contenido de valor.

Cuando todos son creadores de contenido

Hace unos días ironizaban en Internet con el problema al que nos enfrentaremos cuando tengamos unos años más y no haya forma de encontrar un electricista porque todos serán creadores de contenidos. Pero no hay que preocuparse: no se dedican a ello tantas personas en exclusiva y menos profesionalmente. Además, muchos de los que lo hacen a tiempo parcial, tampoco lo son. Muchos son solo usuarios con ganas de notoriedad que «ponen cosas» en Internet. Alguno incluso se autodenomina influencer, como si ser influyente o no fuera algo que uno pueda decidir simplemente indicándolo en su perfil de la plataforma de turno.

Críticas y bromas (pocas) aparte, crear y compartir contenido en Internet no solo es una actividad interesante y gratificante, sino necesaria. Si todos los usuarios nos dedicáramos simplemente a consumir información, en muy poco tiempo todo el conocimiento en la red quedaría obsoleto. Hace falta contenido, pero de calidad. Y para ser un poco más justo, diré que hay recursos de gran calidad, pero crece también la oferta de contenidos superfluos que no aporta absolutamente nada.

Hace ya muchos años que la creación de contenidos en Internet dejó de ser cosa de unos pocos. ¿Recordáis aquel concepto de la Web 2.0? Fue un término acuñado allá por el 2004 y hacía referencia precisamente a la posibilidad de interactuar y colaborar entre los usuarios, por ejemplo, creando contenidos en la red, y no solo accediendo a ellos. Algunos recordamos aquellos tiempos con tanta nostalgia que no cejamos en el empeño de escribir en un blog.

Ahora parece que tienen más tirón los vídeos en YouTube, Instagram y TikTok. Resulta ya evidente que la reflexión pausada, especialmente por escrito, ya no está tan de moda. Ya no sale a cuenta para muchos dedicar el tiempo que requiere la redacción de un texto que será leído y analizado también con calma por los lectores. Acaso, ¿alguien se suscribe todavía a blogs con RSS? Hace tiempo que triunfan los contenidos más instantáneos y visuales. Reconozco que hay medios de gran calidad en este formato, pero sigo echando de menos cierto tipo de contenidos en el medio escrito. Algunos preferimos leer sin prisa sobre un tema y no que un youtuber nos lo cuente (o nos lo grite haciendo aspavientos).

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Orden físico y ergonomía: 12 consejos prácticos

Tiempo de lectura: 2 minutos

Hace ya tiempo que empezamos a almacenar y organizar nuestra vida y trabajo en formato digital. Muchos métodos y herramientas de organización nos ayudan a administrar las tareas personales y de trabajo, optimizan la gestión de nuestra agenda y recomiendan trucos para ser más productivos. Quizá utilizamos una aplicación para las tareas, un programa para el calendario o un sistema de archivos; o seguramente los tres, todas en soporte digital.

En general, estas herramientas se centran en organizar elementos que son abstractos. Lo que allí guardamos son solo ideas, «cosas que hacer» que ni siquiera existen materialmente. Y somos nosotros los responsables (o culpables) de ponerlas allí. Nuestro día a día se rige por lo que allí registremos y mantener un orden digital es fundamental.

Sin embargo, no puede haber orden digital si no existe también un orden físico a nuestro alrededor. Es difícil sentirse totalmente satisfecho por una buena organización de las tareas si el lugar de trabajo no goza también de un orden. El escenario también importa.

Además de mantener una buena organización en las tareas que realizamos, hay también una serie de cuestiones de orden físico y ergonomía que deberíamos cuidar.

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La vuelta al trabajo: 10 ideas para una víspera desconectada

Tiempo de lectura: 2 minutos

Hace años tuve a un profesor que siempre aconsejaba no estudiar, ni siquiera repasar, el día antes de un examen. Aseguraba que, a pocas horas de una prueba, no tenía ningún sentido intentar asimilar aquello que no hubiéramos estudiado o practicado en las últimas semanas. La víspera de un día importante, decía, hay que dedicarla a distraer la mente y no hacer absolutamente nada relacionado con ese evento, y que en el caso de un examen, lo poco que pudiéramos aprender o memorizar apenas marcaba la diferencia en el resultado final.

En el fondo, tenía toda la razón, especialmente para aquel tipo de exámenes a los que nos enfrentábamos. Estar en contacto con los apuntes y ejercicios la noche anterior solo generaba una falsa sensación de seguridad y aportaba más bien poco, sobre todo, ansiedad. Lógicamente, para asegurar una buena calificación había que llegar al penúltimo día con el tema más que aprendido. Pero no al último.

Para las horas de desconexión en la víspera del examen, sugería siempre dar un paseo, leer cualquier otra cosa, hacer deporte o salir con amigos (con unos que no te recuerden constantemente el examen, claro está). Lo importante era despejar la cabeza y descansar, sobre todo por la noche, para disponer de energía al día siguiente.

Agosto termina y en unos días muchos nos incorporamos de nuevo a nuestro trabajo tras unas vacaciones. Por el motivo que sea, la vuelta al trabajo produce en algunas personas tanta ansiedad como podría suponer presentarse a un examen. Desde luego, la noticia estrella por esta época en todos los informativos es la del síndrome postvacacional. En estos casos, dedicar la víspera a desconectar (más todavía si cabe) parece una gran idea.

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Cuestión de principios: 14 ideas para el trabajo diario

Tiempo de lectura: 4 minutos

«Estos son mis principios y, si no le gustan, tengo otros». Esta frase atribuida a Groucho Marx (leyenda urbana, por cierto) seguramente la comparten quienes, según sopla el viento, reemplazan sin pestañear unos principios por otros. Es cierto que nuestras reglas para la vida cambian a medida que crecemos, pero traicionar nuestros principios por un interés particular no es el camino.

Yo intento que una serie de ideas me acompañen cada día. Tres o cuatro incluso por escrito. Para mí es importante tener presentes ciertos principios y consejos. No siempre lo consigo. Unos pocos son fruto de la experiencia, sobre todo de los errores; otros son sabias recomendaciones de personas que saben muy bien de lo que hablan.

A veces trabajamos por inercia y ponemos todo nuestro empeño en mejorar la forma en que hacemos una determinada tarea, bien para ser más productivo o bien para que encaje mejor en el resultado que alguien espera de ella. Sin embargo, no pensamos si esa tarea que tenemos entre manos la estamos haciendo según nuestros estándares, según nuestros principios. Ni siquiera nos planteamos si realmente debería estar en la lista de cosas que hacer. Como siempre se ha hecho así…

Antes de tomar decisiones sobre cualquier asunto, podemos contar hasta diez y hacer un repaso mental a nuestros principios. Antes de convocar una reunión, antes de escribir un texto, antes de desaprovechar un par de minutos, antes de entrar en tus redes sociales, antes de ponerte con una tarea «urgente», antes de cambiar de herramienta, antes de refunfuñar o antes de improvisar, revisa tus principios.

Los que comparto aquí son recordatorios en segunda persona, porque así pienso en ellos cuando tengo una reunión conmigo mismo para revisarlos. Comparto aquellos principios, máximas y consejos que guardan relación con el tema de este blog: trabajo, organización y productividad. Y son personales, pero quizá sirvan a alguien para elaborar su propia lista.

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Youtubers y productividad (II): el proyecto de Soriano Tech

Tiempo de lectura: 2 minutos

Hace un tiempo, me pareció buena idea empezar a compartir el trabajo de algunos youtubers que dedican su canal a cuestiones de productividad y organización personal y que tratan estos temas desde una perspectiva más tecnológica, en la línea de contenidos de este blog. Empecé con Thomas Frank, conocido y reconocido youtuber estadounidense.

En Internet hay ya una desbordante oferta de contenidos sobre cómo organizarse mejor con tal o cual aplicación. Afortunadamente, el medio escrito se mantiene y todavía podemos suscribirnos a blogs que dedican sus líneas a hablar sobre metodologías y herramientas para mejorar nuestra productividad. También es verdad que se han incrementado los intentos de muchos en YouTube por compartir este tipo de contenidos. Una simple búsqueda con palabras clave como Notion, organización, iPad, apps o productividad, darán como resultado cientos de vídeos en los que alguien intenta explicar, con mayor o menor éxito, cómo usar una aplicación o un método para ser más productivo. Tengo la sensación de que han proliferado los contenidos sobre organización personal, sobre todo en formato audiovisual, en particular en YouTube. Y hay que filtrar, no todo es bueno.

Si buscamos claridad y sencillez en la exposición, pero también calidad y sentido estético en la realización, hoy vengo a recomendaros el canal Soriano Tech. Su creadora, que ahora mismo vive en Helsinki, presenta su proyecto como un canal sobre tecnología, productividad y estilo de vida. Un canal muy interesante para seguir aprendiendo sobre la utilización de muchas herramientas para mejorar nuestra organización personal. Y en español.

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