Press "Enter" to skip to content

Categoría: Programas

Anatomía de OneNote: blocs de notas, secciones y páginas (#3)

Tiempo de lectura: 4 minutos

En último artículo sobre OneNote destacaba la sencillez de la herramienta. Comprender la estructura del programa no entraña mayor dificultad. Tan solo hay que pensar cómo organizaríamos la información en una libreta convencional, física, con sus separadores y hojas. Porque esa es precisamente la anatomía de una libreta en OneNote: secciones y páginas. Pero antes de entrar en detalles es necesario saber cómo podemos crear nuestras libretas en OneNote, y sobre todo, cómo acceder a la herramienta.

OneNote es parte de la colección de herramientas de Office a la que podemos acceder de forma gratuita con una cuenta de Microsoft. Desde www.office.com es fácil crear una cuenta personal del tipo usuario@outlook.com, que nos dará acceso automáticamente a distintas herramientas. Si nuestra empresa o institución educativa pone a nuestra disposición alguna suscripción a Office 365 (tiene un coste), también podremos acceder con nuestra cuenta corporativa. Y también tenemos la opción de adquirir por nuestra cuenta una de estas suscripciones para obtener una serie de ventajas premium. No obstante, podemos aprovechar todo el potencial de OneNote con una cuenta estándar de Microsoft.

¿Cómo se organiza la información en OneNote?

La sencilla estructura de libreta-secciones-páginas de OneNote se mantiene en todas las formas en las que se puede utilizar la aplicación, tanto en su versión para dispositivos móviles, como en su versión de programa que podemos instalar en el ordenador o en la que veremos si accedemos desde cualquier navegador web. Incluso, independientemente del sistema operativo que estemos utilizando, Windows o MacOS, OneNote conserva su organización de páginas y secciones en sus libretas. En este artículo haremos la primera parada en la versión para navegadores web, quizá la más sencilla de todas, pero completamente funcional.

Shares

8+1 motivos para utilizar OneNote a diario (#2)

Tiempo de lectura: 3 minutos

En el artículo «OneNote: mucho más que notas (#1)» compartía a grandes rasgos las características de Microsoft OneNote. Comentaba que presentar esta herramienta como un simple gestor de notas era del todo insuficiente. Siendo un poco más exacto en la definición y haciendo un poco de justicia, hablé de OneNote como un completo sistema de organización de contenidos. Y eso es: un programa con muchísimo potencial con el que podemos organizar una gran cantidad de contenidos diversos de forma accesible, cómoda y sencilla. Pero algunos se preguntarán: ¿por qué utilizar OneNote si ya utilizo otros programas? Mi respuesta: para simplificar.

En plena era de la información ya trabajamos con datos digitales con normalidad y durante el año necesitamos gestionar decenas o cientos de documentos, tanto personales como profesionales. Entonces, ¿por qué no simplificar (y por tanto mejorar) en este aspecto si tenemos la oportunidad? Tengo la sensación de que muchas personas, para realizar tareas muy básicas, utilizan, quizá por costumbre (o manía), programas muy complejos que necesitan demasiados pasos para hacer una sola cosa, como por ejemplo anotar y compartir información con un grupo de personas. Y ese desperdicio de tiempo, añade minutos al día, horas a la semana y días al año. ¡Echamos a perder días al año por una mala elección de herramientas informáticas! Imperdonable.

Pregúntate: ¿realmente necesito un archivo? ¿puedo hacerlo con OneNote?

No se trata en ningún caso de abandonar todos los programas que utilizamos. La idea de base es: «donde puedas usar OneNote, no utilices otro programa». Aunque supongo que para convencer al gran público de las bondades de OneNote frente a otras herramientas será necesario presentar unos buenos argumentos para el cambio. Así que, basándome en mi experiencia personal, aquí van algunos motivos:

Shares

Tus libros en orden con Goodreads

Tiempo de lectura: 4 minutos

¿Cuántos libros tienes en las estanterías de tu casa? ¿Qué libro te tiene atrapado en estos momentos? ¿Cuáles has prestado? ¿Cuántos libros tienes en formato papel y cuántos en formato electrónico? ¿Qué cinco libros están en tu lista «próximamente»? ¿Cuál es el género principal de los libros de tu colección? ¿Qué libros fueron un regalo?

Todas estas preguntas se podrían resumir en una: ¿tienes en orden tus libros y lecturas? Por «libros» me refiero a los objetos físicos (sí, también los e-books). Por «lecturas» me refiero a lo verdaderamente importante: al proceso de leer, el estado de las lecturas, su organización y planificación.

Muchos lectores, especialmente aquellos con perfil de comprador compulsivo en librerías, evitan a toda costa responder a «la gran pregunta»: ¿sabes cuántos libros tienes en casa por leer? Seguramente muchos desconocen el dato. Y en materia de libros, al menos deberíamos saber qué títulos tenemos en casa y, sobre todo, cuántos por leer. Por cierto, dato interesante sería saber el porcentaje de libros de nuestra colección que no hemos leído todavía…

Un primer vistazo a Goodreads

Goodreads puede ser de gran ayuda para poner un poco de orden, virtualmente hablando, en nuestra colección de libros. Además, el hecho de implantar algún tipo de organización digital a nuestra biblioteca personal, implica hacerlo también físicamente. Así que podemos aprovechar doblemente esta actividad de organización. Pero, ¿qué es Goodreads?

Shares

OneNote: mucho más que notas (#1)

Tiempo de lectura: 3 minutos

Todo el mundo apunta cosas

Tomar notas es una acción natural. No importa qué profesión desempeñemos, qué obligaciones personales tengamos o a qué dediquemos nuestro tiempo libre. Siempre ocurre que en algún momento del día tenemos la necesidad de apuntar algún dato: un número de teléfono, unas indicaciones, una idea, una dirección, un nombre, un mapa, un esquema, etc. Y la urgencia de anotar llega siempre sin previo aviso, sin posibilidad de hacerlo cuando y donde más nos conviene.

Si el momento es cualquiera pero el lugar es, por ejemplo, una cafetería, los más olvidadizos (porque no llevan consigo ni su teléfono móvil) tendrán que recurrir a la socorrida servilleta y pedir un bolígrafo al camarero. Otros, más previsores, sorprenderán sacando de un bolso o una mochila la tradicional libreta, de las de páginas y tapas. Sin embargo, cada vez es más habitual ver cómo la gente saca su móvil del bolsillo para, a continuación, abrir una aplicación de notas. O mejor dicho “la aplicación” de notas, normalmente la que ya viene de serie en los smartphones. Opción socorrida también, pero no la más eficaz, desde luego. Siendo este un blog sobre tecnología y organización, descartamos las alternativas en papel y nos centramos en soluciones digitales.

Shares

15 consejos prácticos para poner tu teléfono en «modo viaje»

Tiempo de lectura: 5 minutos

Por fin llegan las ansiadas vacaciones y es momento de hacer maletas. Si hemos sido organizados habremos hecho una lista de tareas (¡siempre por escrito!) para no olvidar nada. O al menos para no dejarnos en casa lo más urgente. Ropa adecuada para nuestro destino, documentación, reservas de hotel, equipo fotográfico, etc. Cada familia lleva cabo su propio «ritual» de preparación, con el único propósito de llevar consigo lo esencial para empezar sus vacaciones con buen pie.

Hace ya algunos años que la tecnología nos acompaña en nuestros viajes. Pocos son los que planifican unas vacaciones de absoluta desconexión digital: sin móviles, sin ordenadores y sin televisión de por medio. Y aunque muchos presumen de hacer tal cosa, sus perfiles en redes sociales no dicen lo mismo. El postureo siempre delata, confirmando al resto del mundo que algunos viven pegados a sus teléfonos móviles también durante sus vacaciones de «desconexión». Y no hay nada malo en ello. Es un estilo de viaje más.

Lo cierto es que hay destinos para todos los gustos. Unos nos invitan a apagar nuestros móviles y disfrutar del entorno. Puedo imaginar lugares paradisiacos de playa o rincones de película en la montaña, donde quizá no haya siquiera cobertura para poder comunicarnos. Lo que buscamos en estos destinos es, básicamente, no hacer nada durante algunos días.

Otros destinos, sin embargo, nos invitan a aprender y realizar muchas visitas. Este es el caso de destinos de ciudad, donde podemos callejear, disfrutar con la fotografía o aprender de la historia y la cultura del lugar. Este tipo de viajes son siempre más movidos (a veces agotadores) y el objetivo principal no es tanto descansar sino conocer a fondo nuestro destino. En este tipo de viajes es precisamente donde la tecnología puede ser un gran aliado. Y nuestro smartphone, del que no pensábamos despegarnos, puede ser de gran ayuda en muchos momentos haciendo más fácil la estancia.

Nuestro móvil de última generación también requiere preparación. No está de más hacer una puesta a punto del teléfono antes de salir de viaje. Y para ello propongo este checklist con algunos consejos y varias sugerencias de aplicaciones que puedes instalar para poner tu smartphone en «modo viaje».

Shares