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Categoría: Programas

De Twitter directamente a tu bandeja de entrada: las tweet-tareas

Tiempo de lectura: 7 minutos

Twitter nació en 2009 como una red social en la podíamos compartir lo que estábamos haciendo o pensando. Sin embargo, esta función tan básica creo que ya está más que superada desde hace años. Sabemos que Twitter ha evolucionado y es mucho más que eso.

Tweets que generan tareas

En nuestras visitas constantes (a veces demasiadas) al timeline de Twitter, un buen porcentaje de los tweets que pasan ante nuestros ojos contienen algún tipo de recurso en forma de texto, imagen, vídeo o simplemente un enlace a una web que lo contiene. En más de una ocasión alguno nos llama la atención y lo compartimos al instante en esta misma red social o simplemente lo marcamos como favorito, quizá con la intención de revisarlo más tarde. Muchas veces lo compartiremos sin más con nuestros seguidores —con la función de retweet—, pero en casos muy concretos el tweet, por su contenido, terminará convirtiéndose en una tarea que deberemos realizar más adelante. Tweets que generan tareas y nos dan trabajo, por si no teníamos suficiente.

Una solución sencilla para registrar una tarea es abrir nuestra aplicación favorita de gestión de tareas y añadir un nuevo elemento a la lista; o utilizar un bolígrafo para anotarla en una libreta, si todavía no hemos dado el salto al mundo digital. Sin embargo, este proceso ya supone un esfuerzo extra de añadir el texto y posiblemente anotar alguna dirección de Internet publicada en el tweet.

En términos de organización personal, necesitamos poder añadir a nuestra bandeja de entrada esa tarea que tiene (de momento) aspecto de tweet. ¿Sería posible hacerlo automáticamente y sin duplicar procesos ni información? Si la respuesta a esta pregunta fuera «no», lógicamente no la habría planteado en un blog donde se habla de organización personal y tecnología. La informática e Internet están aquí para ayudarnos.

La primera solución puede venir integrada en nuestro dispositivo móvil o programa de ordenador. Si estamos utilizando un smartphone o una tablet, seguramente tendremos la opción de compartir o guardar el tweet para enviarlo directamente a nuestra aplicación de «listas de cosas que hacer». Con nuestro ordenador, tendremos seguramente alguna función similar. Estas opciones existen y son una solución muy válida para conservar los recursos importantes con los que hemos decidido hacer algo. Pero descartemos esta opción por ser «poco interesante».

Tuitear una nueva tarea (o cómo matar dos pájaros de un tiro)

Si estamos dando un paseo por Twitter y algo nos llama la atención, muy probablemente lo compartiremos en algún momento con nuestros seguidores en la red social del pajarito. Entonces, ¿por qué no utilizar un hashtag en el tweet que compartimos para indicar que algo debemos hacer con ese recurso? Pero hay más: ¿y si al añadir un determinado hashtag a un tweet pudiéramos desencadenar una serie de acciones en Internet que terminaran por añadir la tweet-tarea directamente a la bandeja de entrada de nuestra aplicación de gestión de tareas? Además estaríamos consiguiendo dos acciones en una: compartir el recurso y enviarlo a nuestro inbox. Y esta precisamente la palabra que podemos utilizar como hashtag: #inbox (aunque podría ser cualquier otra).

A continuación podéis ver cómo utilizo el hashtag #ib (como abreviatura de #inbox por aquello de ahorrar tres caracteres) para marcar un tweet que considero que es una tarea, porque algo hay que hacer con él y su contenido:

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24 excusas para comprar un smartwatch: algunos motivos razonables y otras justificaciones baratas

Los principales fabricantes de tecnología nos intentan seducir cada año con nuevos productos. La oferta parece infinita y en ocasiones cuesta decidir. Sin embargo todos tenemos claro cuáles son los productos estrella que diseñan las empresas más punteras. Primero fue el ordenador, luego el smartphone y, desde no hace mucho tiempo, el reloj inteligente (smartwatch, en inglés y prácticamente ya en todos los idiomas) se ha ido introduciendo en la vida cotidiana de muchas personas. «¿Me compro un smartwatch?» O, «¿necesito un smartwatch?» Las dos son preguntas recurrentes en los usuarios, tecnófilos o no, que se han planteado en alguna ocasión la compra de un reloj inteligente. Sobre todo la segunda cuestión, sobre la necesidad (si es que existe alguna) o no de adquirir un smartwatch.

Ordena tus archivos de forma automática

Tiempo de lectura: 4 minutos

¿Por qué llamamos «ordenador» al ordenador? La palabra proviene del francés «ordinateur», y este del latín «ordinator», aunque en otras partes del mundo se ha impuesto el término computadora, del ingles «computer», también del latín «computare».

¿Y de dónde procede la palabra «informática»? El término aparece en 1957 en un documento de un científico informático alemán: «Informatik: Automatische Informationsverarbeitung», «Informática: procesamiento automático de información».

Un ordenador que «computa», o un computador que «ordena», no importa. La cuestión es que el invento nos permita procesar la información de forma automática (infor-mática) y que su utilización suponga un ventaja frente a la opción de realizar las tareas manualmente. Hay que preguntarse: ¿realmente ordenamos con el ordenador y automatizamos parte del trabajo con él? Si no… ¿para qué?

Evitar el síndrome de Diógenes digital

Todos hemos llegado alguna vez a este punto en el que la tecnología se vuelve en nuestra contra, y lejos de ayudarnos a mantener el orden en nuestra «vida digital», acaba desarrollando en nosotros un Síndrome de Diógenes digital. Con las prisas y en nuestro día a día frente al ordenador, acumulamos documentos, imágenes y vídeos en cualquier lugar. Especialmente en el escritorio, víctima principal de esta invasión imparable de archivos y carpetas. Un lugar, que por una cuestión de concentración, debería ser el más despejado de todos.

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Organiza. Selecciona. Sincroniza.

Tiempo de lectura: 3 minutos

Si las cosas no están ordenadas, perdemos más tiempo buscándolas. Sucede con cualquiera de los objetos que guardamos en casa en cajones y armarios. Así que de vez en cuando organizamos y seleccionamos aquellas pertenencias que queremos tener a mano. Nuestros datos digitales no son un caso aparte y necesitan un tratamiento muy parecido.

Tus datos en la nube

Hace varios años que viene siendo habitual almacenar y compartir archivos y carpetas en Internet. Confiamos en empresas externas que guardan «nuestros bits» en sus servidores. Dropbox o OneDrive son soluciones muy populares que permiten mantener una copia de nuestros datos siempre actualizada, fuera de nuestro ordenador, en eso que llaman «la nube». Con estos servicios de alojamiento y sincronización de archivos — así se llaman — podemos acceder a nuestra información desde cualquier dispositivo, garantizando además que se trata de la última versión de nuestros datos, hayan sido modificado desde un ordenador, tablet o móvil. Ubicuidad de nuestra información y comodidad para acceder a ella.

Dropbox Sync Devices
Sincronización de los datos en diferentes dispositivos

Este tipo de servicios de alojamiento supone una forma distinta de almacenar nuestra información, pero en esencia, la forma de organizar nuestros datos — archivos y carpetas al fin y al cabo — realmente sigue siendo la misma que cuando aparecieron los primeros ordenadores personales.

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