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Etiqueta: orden

Cómo mantener el orden físico: 8 hábitos infalibles

Tiempo de lectura: 3 minutos

El caos puede colarse fácilmente en nuestras vidas si no estamos preparados para combatirlo. La falta de orden físico no solo afecta nuestro entorno, sino también nuestra productividad y bienestar general. Para evitar que el desorden se apodere del espacio vital, es crucial adoptar hábitos de organización.

Comparto en esta ocasión ocho prácticas esenciales para mantener el orden físico en casa o en el trabajo.

1. Planificar el orden

La clave para mantener el orden comienza con una planificación efectiva. Decir «ya lo haré» o «debería hacerlo» no es suficiente. Necesitamos un plan concreto y acciones definidas. Hay que empezar a eliminar frases que empiecen por «hay que». En lugar de ello, conviene establecer metas concretas y un calendario realista. Un plan sólido proporciona una guía clara sobre qué hacer y cuándo hacerlo.

2. Menos es más

El desorden a menudo se acumula debido a la reticencia a deshacernos de cosas innecesarias. Debemos aprender a distinguir entre lo esencial y lo superfluo. Una solución muy eficaz es deshacernos de elementos que no hayamos utilizado en los últimos meses. Despejar el espacio de objetos innecesarios no solo crea un entorno más limpio, sino que también facilita la organización y la búsqueda de lo que realmente necesitamos en algún momento.

3. El compromiso de ordenar

La organización no debería ser una tarea ocasional, sino un compromiso regular. Lo que siempre funcionar es definir bloques de tiempo en la agenda semanal para dedicarlo exclusivamente a ordenar. Este hábito ayuda a prevenir la acumulación descontrolada y a mantener el espacio en un estado constante de orden. Al asignar tiempo regularmente, evitamos que las tareas de organización se acumulen hasta convertirse en una montaña insuperable.

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Orden físico y ergonomía: 12 consejos prácticos

Tiempo de lectura: 2 minutos

Hace ya tiempo que empezamos a almacenar y organizar nuestra vida y trabajo en formato digital. Muchos métodos y herramientas de organización nos ayudan a administrar las tareas personales y de trabajo, optimizan la gestión de nuestra agenda y recomiendan trucos para ser más productivos. Quizá utilizamos una aplicación para las tareas, un programa para el calendario o un sistema de archivos; o seguramente los tres, todas en soporte digital.

En general, estas herramientas se centran en organizar elementos que son abstractos. Lo que allí guardamos son solo ideas, «cosas que hacer» que ni siquiera existen materialmente. Y somos nosotros los responsables (o culpables) de ponerlas allí. Nuestro día a día se rige por lo que allí registremos y mantener un orden digital es fundamental.

Sin embargo, no puede haber orden digital si no existe también un orden físico a nuestro alrededor. Es difícil sentirse totalmente satisfecho por una buena organización de las tareas si el lugar de trabajo no goza también de un orden. El escenario también importa.

Además de mantener una buena organización en las tareas que realizamos, hay también una serie de cuestiones de orden físico y ergonomía que deberíamos cuidar.

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Cajón de sastre con 16 ideas para mejorar tu productividad

Tiempo de lectura: 3 minutos

No es más productiva la persona que aplica el sistema de organización personal más «perfeccionado» o aquella que utiliza la aplicación de moda con innovadoras funciones. Muchas veces, tan solo es cuestión de hábitos, de pequeñas acciones y, sobre todo, de sentido común. Unas veces se trata de hacer determinadas cosas, pero otras, la clave simplemente está en no hacer.

Comparto una serie de consejos para empezar y muy básicos. Como en un buen cajón de sastre (no desastre), hay de todo un poco.

  1. Elimina algunas tareas. Di no a varias cosas que pensabas hacer hoy. Comprometerse en exceso es peligroso para la productividad.
  2. No revises tu correo electrónico a primera hora de la mañana ni tampoco lo abras a última hora de la tarde. Tampoco respondas a todos los mensajes. Y elimina todos los que puedas. Quédate con lo esencial.
  3. Crea distintos perfiles de usuario en tu ordenador. Si utilizas el mismo dispositivo para el trabajo y para asuntos personales, configura una cuenta de trabajo y otra personal. Separa ámbitos de responsabilidad. Evitarás muchas distracciones.
  4. ¡Necesitas una lista de tareas! Si solo dispones de una agenda para organizarte, te falta algo. Pon una todo list en tu vida. Usa una aplicación, una libreta o un trozo de papel, pero mantén una lista de todo aquello que quieres y debes hacer. Lo cambia todo.
  5. Bloquea un par de horas a las semana para avanzar en cada proyecto. Es la única forma de avanzar. Añade a tu lista de tareas alguna acción que permita progresar en esos proyectos, que pueden ser profesionales o personales (aprender un idioma, escribir un libro, etc.).
  6. Mantén tu escritorio siempre despejado. El orden atrae al orden. Un lugar de trabajo ordenado, invita a trabajar y a pensar con claridad.
  7. Aprende a teclear más rápido en tu ordenador. Nos empeñamos en mejorar en otros aspectos para ser más productivos y la solución, muchas veces, está en algo tan sencillo como saber escribir bien con el ordenador. Además, practica para tomar notas a mano con más velocidad.
  8. Ten siempre a mano una pequeña libreta para notar ideas. Busca un momento y un lugar sin distracciones simplemente para dejar volar la imaginación y la creatividad.
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Tus datos sincronizados, seguros y en orden

Tiempo de lectura: 4 minutos

Esta semana me apetece ampliar la serie de consejos para empezar el curso bien organizado. Quien dice curso, dice año. En septiembre escribí tres artículos: «El noble arte de tirar, archivar y digitalizar», «La organización efectiva: una cuestión de planificación y método» y «Profesores, agendas y tareas». Hoy es el turno de los datos, de su almacenamiento y sincronización, una tecnología impensable hace más 30 años.

Archivos y carpetas

No importa en qué área trabajemos. En mayor o menor medida, casi por obligación, tratamos a diario con datos digitales. Quien no envía un correo electrónico, recibe un mensaje por WhatsApp o descarga de Internet un formulario en PDF que debe rellenar. Es inevitable. Es cierto que todavía existen muchos trámites en formato físico, en papel, pero nadie duda de que la información en soporte digital vino para quedarse.

¿A que me refiero con datos digitales en este artículo? No lo complicaremos hablando de información estructurada en bases de datos o en soportes y formatos muy particulares y que requieren un tratamiento especial. Aquí simplemente hablamos de archivos y carpetas, los que guardamos en nuestro ordenador y que nos gustaría mantener siempre a salvo.

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12 rutinas (y 4 manías) para cerrar bien el día

Tiempo de lectura: 6 minutos

Sentirse productivo y cerrar bien el día es una sensación que merece la pena experimentar de vez en cuando. Tan importante como trabajar de forma organizada durante la jornada también lo es cerrarla con éxito, sin ataduras ni preocupaciones; aunque sabemos que no es tarea fácil.

Para desconectar del trabajo es fundamental, no solo detener sin más nuestra actividad a una hora determinada, sino cerrar correctamente la jornada siguiendo una serie de rutinas. Cada uno desarrolla las suyas pero todas tienen en común el hecho de aplicarlas de forma sistemática cada día. Siempre conviene seguir más o menos los mismos hábitos cuando la jornada de trabajo llega a su fin.

Es imposible terminar en un solo día todas las tareas que tenemos pendientes. Además, seguramente muchas de las tareas, y por supuesto los proyectos, deberán quedarse a medias. Está en nuestra mano tratar de ser extremadamente organizados y anotar el estado en que queda el trabajo para poder retomarlo con calma y seguridad al día siguiente. Y si no queremos estar constantemente pensando en el trabajo durante nuestro tiempo de ocio, hay que aprender a echar el cierre. Si nos vienen a la cabeza asuntos laborales mientras vemos una película con la familia, algo hemos hecho mal cerrando el día de trabajo.

Presento en este artículo dieciséis rutinas que pueden ayudar a cerrar bien el día. Confieso que cuatro de ellas son manías personales. Realmente son pequeñas acciones, sencillos gestos que de algún modo nos recuerdan, a fuerza de adquirir el hábito, que la jornada de trabajo terminó. Cada uno puede inventar las suyas, o quizá ya las tenga, pero la clave está en realizarlas sistemáticamente cada día, sin excepción.

 

Vacía y… vacía

A lo largo del día vamos acumulando información, a veces sin control. Una nos llega y no podemos evitarla; otra la generamos nosotros. En cualquier caso, para no terminar padeciendo el síndrome de Diógenes digital, es importante adquirir el buen hábito de vaciar a diario.

  1. Revisa tus libretas en busca de notas. Si apuntaste algo durante la jornada, por algo o para algo sería. No dejes que termine el día sin haber revisado a fondo todas las notas que hayas tomado, sea cual sea el formato que hayas utilizado. «Vacía» tus notas, las digitales (Evernote, OneNote, etc.) y las físicas (libretas, post-it, etc.).
  2. Localiza en tu teléfono móvil las fotografías y capturas de pantalla que hayas hecho hoy, sobre todo si están relacionadas con el trabajo. Decide qué hacer con ellas; elimina las que no necesites y organiza las que hayas conservado.
  3. Vacía la papeleras, la física y la virtual. Objetivo: ningún papel en tu papelera y cero documentos en la papelera de reciclaje de tu ordenador.
  4. Limpia el historial de descargas y la caché de los navegadores web que hayas utilizado. Escanea tu ordenador en busca de archivos temporales que puedas eliminar. Saca la basura digital cada día. Esta es una manía personal.
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