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Mes: septiembre 2023

Jueves de revisión y viernes de progreso

Tiempo de lectura: 3 minutos

Cerrar la semana no significa simplemente «bajar la persiana» y detener la actividad hasta el lunes siguiente, sino que también implica una revisión de la agenda y una comprobación del estado de las tareas. Cerrar un viernes tiene sus inconvenientes. Elegir el último día de trabajo para hacer una revisión general puede parecer lo más natural, pero hay alternativas: hacerlo un jueves, por ejemplo.

La revisión diaria y semanal

El cierre es la organización a fondo de todos los asuntos pendientes y que nos permite terminar la semana de trabajo con la impagable sensación de tenerlo todo bajo control. Cualquier sistema de organización personal propone una revisión diaria y otra de carácter semanal. Esta última es el cierre.

Con la revisión diaria no hay duda: como su nombre indica, se hace cada día, no debería durar más de 30 minutos y habitualmente se lleva a cabo al final de la jornada. Es el cierre diario, sabiendo que al día siguiente volvemos al trabajo. Sin embargo, cuando hablamos de revisión semanal siempre aparecen opiniones diversas. Este tipo de revisión requiere tiempo, seguramente un par de horas, porque no solo repasamos las tareas, sino que podemos subir un poco más en altura para revisar los proyectos y cuestiones mucho más generales de planificación.

Pero, ¿cuál es el mejor día para hacer esta revisión? Si el trabajo se realiza entre semana, lo habitual es hacer el viernes un repaso de la agenda y una revisión en profundidad de todas las tareas. Además, es algo que se suele hacer como última actividad de la jornada. No es una mala opción y tiene mucho sentido. Pero yo prefiero cerrar los jueves.

Reserva el viernes para progresar

En términos de organización, cerrar la semana un viernes tiene sus inconvenientes. Si queremos empezar a desconectar ese mismo viernes, no parece una opción muy acertada iniciar un proceso de revisión de tareas y agenda esa tarde de viernes. ¿Tantas cosas suceden un viernes que no permiten hacer la revisión el día anterior?

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Orden físico y ergonomía: 12 consejos prácticos

Tiempo de lectura: 2 minutos

Hace ya tiempo que empezamos a almacenar y organizar nuestra vida y trabajo en formato digital. Muchos métodos y herramientas de organización nos ayudan a administrar las tareas personales y de trabajo, optimizan la gestión de nuestra agenda y recomiendan trucos para ser más productivos. Quizá utilizamos una aplicación para las tareas, un programa para el calendario o un sistema de archivos; o seguramente los tres, todas en soporte digital.

En general, estas herramientas se centran en organizar elementos que son abstractos. Lo que allí guardamos son solo ideas, «cosas que hacer» que ni siquiera existen materialmente. Y somos nosotros los responsables (o culpables) de ponerlas allí. Nuestro día a día se rige por lo que allí registremos y mantener un orden digital es fundamental.

Sin embargo, no puede haber orden digital si no existe también un orden físico a nuestro alrededor. Es difícil sentirse totalmente satisfecho por una buena organización de las tareas si el lugar de trabajo no goza también de un orden. El escenario también importa.

Además de mantener una buena organización en las tareas que realizamos, hay también una serie de cuestiones de orden físico y ergonomía que deberíamos cuidar.

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31 consejos TIC para un primer día de clase sin sorpresas

Tiempo de lectura: 6 minutos

En ocasiones, la tecnología se pone en nuestra contra en los momentos más inoportunos. Un primer día de clase puede ser uno de ellos. En ese momento debemos centrarnos en lo verdaderamente importante: nuestros estudiantes y las actividades que vamos a realizar con ellos. Es fundamental tener bajo control cualquier aspecto técnico, aunque es cierto que en ocasiones las cosas fallan porque sí. Sin embargo, otras muchas veces solo hay falta de previsión. Una buena organización y una simple comprobación puede salvar un primer día de clase.

Para evitar sorpresas, recomiendo revisar este checklist TIC con antelación. Puede servir para un primer día de clase, pero también para cualquier curso de formación que vayamos a impartir o para cualquier presentación puntual que realicemos. En general, resultará práctico para cualquier profesor que quiera empezar con buen pie el curso.

💻 Tu dispositivo principal

En nuestro primer día de clase seguramente utilizamos nuestro ordenador portátil personal o uno asignado por el centro, o quizá tengamos que utilizar uno de sobremesa ya instalado en el aula. En cualquier caso, hacer una sencilla comprobación técnica del dispositivo puede ahorrarnos algunos disgustos.

  1. Comprueba que tu ordenador se enciende. Puede parecer una obviedad, pero no serías ni el primero ni el último que enciende el ordenador el primer día de clase se lleva una sorpresa.
  2. Asegúrate de que conoces la clave de acceso al ordenador.
  3. Si utilizas un ordenador portátil, también conviene tener la batería bien cargada; quién sabe si la vas a necesitar.
  4. Comprueba que el rendimiento del ordenador es correcto y los programas, ventanas y menús funcionan con fluidez. Haz pruebas: abre y cierra programas y archivos. Si algo no va bien, se nota.
  5. También conviene comprobar que el ordenador tiene espacio libre suficiente para trabajar

🛜 Conectividad y acceso a Internet

Aunque hay excepciones, el proceso de digitalización y conectividad de las aulas es imparable. No se concibe ya el desarrollo de una clase sin Internet, aunque simplemente sea para que el profesor acceda a los recursos que utilizará. A partir de ahí, la innovación está servida.

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