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Las notificaciones en tu smartphone: una relación de amor/odio

Gran parte de las interacciones cortas con el smartphone se deben a las notificaciones. Normalmente consultamos el móvil porque una alerta visual, sonora o vibrante capta nuestra atención y nos avisa de una actualización en nuestras redes sociales, de la recepción de un nuevo correo electrónico o de la entrada de una llamada telefónica, entre otras decenas de posibilidades. El artículo presenta tres reglas básicas para hacer de las notificaciones una función útil en nuestro smartphone.

Tiempo de lectura: 4 minutos

¿Cuánto tiempo dirías que utilizas tu smartphone cada día? Si formulamos esta pregunta a cualquier persona, probablemente necesitará unos segundos para responder y hará una estimación de la que no estará demasiado seguro. No es precisamente una cuestión de fácil respuesta. De hecho, para sorpresa de muchos, la estimación suele estar por debajo del tiempo real de uso del terminal; aproximadamente la mitad.

Es decir, que usamos nuestro smartphone el doble de tiempo del que creemos (o admitimos). Al menos eso concluyó un estudio de PLOS ONE de 2015 bajo el título «Beyond Self-Report: Tools to Compare Estimated and Real-World Smartphone Use». Durante dos semanas, cada uno de los 23 participantes del experimento (de entre 18 y 33 años), había utilizado su smartphone 5 horas al día de media, con un total de 85 interacciones. Y en esto último punto parece estar el quid de la cuestión. Olvidamos tener en consideración la suma de los breves pero también frecuentes tiempos de uso de nuestro smartphone, a veces de apenas unos segundos.

De lo que no hay duda es que gran parte de las interacciones cortas con el smartphone se deben a las notificaciones. Normalmente consultamos el móvil porque una alerta visual, sonora o vibrante capta nuestra atención y nos avisa de una actualización en nuestras redes sociales, de la recepción de un nuevo correo electrónico o de la entrada de una llamada telefónica, entre otras decenas de posibilidades. Aunque también es cierto que a veces no nos hacen falta ni avisos ni alertas para permanecer pegados a nuestro smartphone durante todo el día (por lo que observo, debo decir, que algunos con un grado de adicción preocupante).

NotificaciónEl tema de las notificaciones también es digno de estudio. Encontramos perfiles de usuario distintos atendiendo al modo en que configuran los avisos en sus móviles. Unos tiene preferencia por activar sistemáticamente las notificaciones en todas y cada una de las aplicaciones instaladas en su smartphone. Avisos, por cierto, que en muchos casos acaban ignorados; incluidos los compromisos importantes, perdidos en una pila infinita de notificaciones pendientes de revisar. En el lado contrario están aquellos usuarios que hacen un uso minimalista de su smartphone, no solo por la desactivación también sistemática de cualquier tipo de notificación, sino por la reducida colección de aplicaciones instaladas en sus terminales. Entre uno y otros, supongo que estamos los que tratamos de hacer (y no siempre conseguimos) un uso práctico y funcional del smartphone y sus notificaciones, que nos acompañan a todas partes.

Las posibilidades de personalización de las notificaciones dependerá del modelo de dispositivo y sistema operativo que haya instalado en él. Por tanto, detallar aquí formas de configuración de los avisos puede no ser de utilidad para todos. Los que sí puede servir son tres reglas básicas para hacer de las notificaciones una función útil en nuestro smartphone:

Sé honesto y decide qué notificaciones son esenciales

PreguntaEn primer lugar, sé honesto y pregúntate: ¿qué aplicaciones tienen información esencial de la que me conviene ser notificado y además debo atender? Por ejemplo, ponemos una alerta en la aplicación de despertador de nuestro móvil porque tenemos un (gran) interés en no quedarnos dormidos para ir al trabajo o a clase. ¿Tiene una notificación de actualización en una red social como Facebook o Instagram la misma importancia o prioridad? Salvo que trabajes como community manager o en un puesto similar, la respuesta en general es un rotundo «no». Lo mismo ocurre con las aplicaciones de e-mail: ¿realmente quieres recibir un sábado por la noche o en cualquier otro momento de descanso una alerta de un mensaje de correo electrónico con asuntos de trabajo? De hecho, ¿qué hace la cuenta de e-mail de tu empresa en tu smartphone de uso personal…? Tu jefe nunca enviará una urgencia (o no debería hacerlo) por correo electrónico. Haz limpieza en tu móvil y elimina esas cuentas. Tú ganarás tranquilidad y concentración, y tu móvil, algo de espacio libre.

Organiza y prioriza tus conversaciones

whatsapp_notifEn segundo lugar, organiza y prioriza tus conversaciones. Si tienes la opción, utiliza diferentes canales de comunicación. La mensajería instantánea es posiblemente uno de los motivos principales de las distracciones diarias. Las continuas interrupciones se deben en gran medida a la recepción de mensajes instantáneos, personales y sobre todo de grupos de conversación. Prioriza y habilita las notificaciones solo para los contactos o grupos de conversación muy importantes (si es que existe tal urgencia). Y si la aplicación no permite personalizar qué personas o grupos silenciar, opta por utilizar diferentes aplicaciones para cada propósito: diversifica. En una aplicación, pueden estar las conversaciones del trabajo o de consulta obligada. En otra aplicación, el resto de mensajes (y recuerda que siempre puedes bloquear a los contactos insistentes que acaban encontrándote en el canal que saben que sí atiendes con mayor frecuencia). Tú decides como organizas la recepción de mensajes en tu móvil, y el catálogo de aplicaciones de mensajería instantánea es bastante amplio como para repartir y organizar tus conversaciones: WhatsApp, Telegram, Facebook Messenger, Skype, Wire, etc.

Atiende conscientemente las notificaciones importantes

AlertaEn general, minimiza cuanto puedas el número de notificaciones en tu smartphone, sobre todo para que los avisos realmente importantes que lance tu dispositivo no pasen desapercibidos. Así que, en tercer y último lugar, atiende conscientemente las notificaciones que recibas, porque si has hecho una buena selección, contendrán información de interés. No obstante, comprueba uno a uno cada aviso que recibas, para evaluar si tiene un valor real y práctico. Quizá tengas una aplicación para el seguimiento del cumplimiento de hábitos, al estilo Coach.me, cuyas notificaciones conviene no obviar. O posiblemente utilices un sistema de recordatorios que no puedes pasar por alto. También puede saltar un aviso en tu calendario sobre un evento próximo. Todas estas notificaciones tienen una utilidad clara, que es la de avisar en el momento más conveniente, que además tú has establecido. Valora si el resto de notificaciones en tu smartphone tienen esta cualidad. Si no es así, deshabilítalas sin compasión.

La eficacia de trabajo aumenta de acuerdo a la progresión geométrica si no hay interrupciones

Estudio PLOS ONE | «Beyond Self-Report: Tools to Compare Estimated and Real-World Smartphone Use» (vía Xataka Móvil)
Frase | «La eficacia del trabajo…» de André Maurois
Fotografía | «iOS7 Homescreen blurred (DSC_0719» de Jan Persiel en Flickr

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