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Autor: Enrique

Herramientas, métodos y enfoque

Tiempo de lectura: 5 minutos

En unos días despedimos el mes de agosto. Esto significa la vuelta (oficial) al trabajo en unos días y que el inicio de curso asoma por la esquina. Para muchos (que levanten la mano los docentes), el nuevo año lo marca el calendario académico. Esto es así. Y lo importante es organizar un buen (re)inicio de curso.

Con el nuevo curso, llegan también nuevos artículos a este blog, después del tiempo de desconexión suficiente (y necesario) para volver con energía y escribir dejar de vez en cuando algunas líneas por aquí. La parada técnica significa que he estado en otros asuntos y eso, casi siempre, es buena noticia.

Con este post reconecto con el blog y, sobre todo, con quienes lo leéis. Os cuento en qué punto estoy en términos de organización personal, de métodos y de herramientas. Y aprovecho también para compartir algunas novedades, recursos y recordatorios. ¡Ya estamos de vuelta!

Fiel a la herramienta (no sin tentaciones)

El verano siempre da de sí y además es buen momento para explorar nuevas aplicaciones de organización personal. Hacerlo durante el curso es peligroso porque si uno encuentra algo nuevo interesante que justifique el cambio, el proceso de migrar de un sistema a otro puede resultar dramático. En previsión de que la cosa se complique, paradójicamente, mejor en tiempo de vacaciones, si realmente tenemos más tiempo y calma para ello.

He tenido oportunidad de probar a fondo algunas herramientas, sobre todo de administración de tareas y de gestión del calendario, los dos elementos esenciales de organización. No siento la necesidad de cambiar; simplemente me gusta conocer las nuevas ideas que salen al mercado. Confieso que la tentación de empezar con algo nuevo siempre acaba apareciendo, pero si uno es responsable y reflexiona lo suficiente, la mayoría de veces el cambio no merece la pena. Quién sabe si finalmente llega el diseño ideal de programa que integra todas las funciones que uno necesita. Ojalá, pero sabemos que tal cosa no sucederá.

He jugado un poco con TickTick y Sorted³, y de nuevo con Microsoft To Do y TeuDeux, que ya había utilizado.

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Cuando la hora importa

Tiempo de lectura: 2 minutos

Con este artículo, empiezo la serie de buenas prácticas para una comunicación digital más efectiva. En este decálogo trataré el exceso o la falta de comunicación, los canales inadecuados, las prioridades equivocadas, la duplicidad de la información o los tiempos incorrectos. Este último parece un buen punto de partida.

Un mensaje a deshoras puede tener un efecto inesperado. Una comunicación en un momento inoportuno podría no lograr su cometido, sobre todo si en el contenido viaja una petición. Pongámonos del otro lado: si recibimos un mensaje que conlleva cierto trabajo durante nuestro horario laboral, lo tomaremos como parte de nuestras obligaciones, aunque no nos haga especial ilusión. Si lo recibimos fuera del horario laboral, la cosa cambia y nuestra reacción será bien distinta.

Esta situación puede parecer una exageración, pero el tema no es menor. No en vano, hay expertos en comunicación que conocen muy bien la psicología que hay detrás del asunto y saben cómo aplicar las mejores estrategias para lograr una comunicación digital eficaz. Lógicamente, decidir qué información enviamos es fundamental. Acertar con el canal también lo es. Pero elegir el momento no es menos importante.

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Un tercer alto en el camino: 150 artículos sobre organización personal

Tiempo de lectura: 2 minutos

Es cierto que los números no importan; a mí, desde luego, no me importan. Sin embargo, alcanzar cualquier meta es siempre una buena excusa para hacer una parada, mirar hacia atrás y echar un vistazo al camino recorrido. Me detuve cuando escribí 50 artículos en el blog y también cuando llegué al centenar. Ahora es momento de hacer balance después de añadir otras 50 publicaciones al blog.

No diré aquello de que he llegado hasta este punto sin apenas darme cuenta o que, como quien no quiere la cosa, este es el artículo número 150. Para revisar todo el contenido del blog, tendría que dedicar unas cuantas horas a leer más de 160 000 palabras (como dos o tres libros). Detrás de cada publicación hay trabajo que no es trabajo, porque escribo por placer, para aprender y para compartir. Estos son mis motivos, estrictamente en ese orden. Escribo sobre lo que me interesa en cada momento, en función del tema que necesito aclarar o de aquello en lo que quiero profundizar.

Esta ilustración de PJ Milani refleja a la perfección la función de escribir para aclarar las ideas. Darle forma a un artículo obliga a pensar, leer y aprender.

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Cómo ahorrar tiempo (III): menos perfeccionismo y más velocidad

Tiempo de lectura: 3 minutos

Podemos aumentar nuestra productividad aplicando un buen método de organización. Seguramente, todos estemos de acuerdo sobre este tema, del que he hablado largo y tendido en este blog. Sin embargo, también podemos ahorrar mucho tiempo mejorando ligeramente algunas destrezas básicas o, simplemente, dejando de buscar la perfección.

En ocasiones, la clave para ganarle unos minutos al día es muy sencilla que, una vez puesta en práctica, seguramente nos preguntamos cómo no habíamos caído antes en ello. Son muchas las pequeñas cosas que podemos cambiar para ahorrar tiempo. Por ejemplo, escribir mejor y más rápido con el teclado o, simplemente, ser menos estrictos y perfeccionistas. Y ambas cosas se aprenden.

Esta la tercera entrega de la serie «Cómo ahorrar tiempo». Hasta ahora he compartido algunos consejos sobre:

5. Teclea mejor y más rápido

El tiempo es un recurso limitado y de gran valor. Por ello es fundamental aprender a ser más productivos en nuestro trabajo y aprovechar al máximo cada minuto del día. Una forma muy efectiva de lograrlo es aprendiendo a teclear más rápido y conocer algunos atajos de teclado. Es tan sencillo como eso.

Para empezar, debemos saber que hay una forma correcta de colocar los dedos sobre el teclado. La posición correcta de los dedos es crucial para maximizar la velocidad y precisión al teclear. Para ello, debemos colocar los dedos índices sobre las teclas F y J del teclado y el resto de los dedos deben reposar sobre las teclas adyacentes. Una vez que tengamos esta posición correcta, solo es cuestión de práctica y velocidad.

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Microsoft Teams (I): Crea espacios de colaboración, aprendizaje y productividad

Tiempo de lectura: 4 minutos

Bien organizado, Microsoft Teams puede llegar a ser un gran espacio de colaboración, aprendizaje y productividad. Insisto: bien organizado.

A veces son los pequeños detalles de funcionalidad y de diseño los que hacen de Teams una plataforma muy atractiva, pero también muy eficaz. Merece la pena investigar a fondo todas sus funciones y, sobre todo, una forma innovadora de utilizarlas y personalizarlas, para hacer de ella una potente herramienta de trabajo.

Como docente utilizo Teams a diario y todavía no había dedicado una entrada a esta herramienta tan completa, una verdadera navaja suiza de la productividad. Probablemente, muchos de los elementos que se pueden integrar en Teams son de especial utilidad en el contexto educativo. En cualquier caso, algunos de los ejemplos e indicaciones que compartiré en esta serie servirán para cualquier ámbito.

Teams facilita la colaboración virtual, el aprendizaje en línea y, en general, la productividad en el trabajo. Veamos cada una de estas ventajas que presento de forma muy general para aquellos que nunca han tenido la oportunidad de entrar en el universo de Teams.

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